Este artículo es solo una sistematización de apuntes tomados de diferentes sitios digitales, principalmente en lengua inglesa, y de conversaciones con algunos pocos colegas sobre un tema que está en sus primeras etapas de desarrollo. Adicionalmente, también es un esfuerzo por comunicar en español, una temática y discusiones que se difunden principalmente en inglés.
Así, en un intento de aportar a la discusión de la ciencia, su construcción y circulación en el mundo contemporáneo, este breve escrito trata sobre DeSci o el futuro de la ciencia.
¿Qué es DeSci?
DeSci es un acrónimo formado por dos términos en inglés que significan ciencia (Science) descentralizada (Decentralized). En consonancia con el movimiento de criptomonedas que se hace llamar DeFi (finanzas descentralizadas) y en oposición a una práctica centralizada de gestión de activos denominada CeFi.
Antes de profundizar en las particularidades de la DeSci, cabe una breve caracterización del ejercicio centralizado tanto de las finanzas (CeFi) como de la ciencia (CeSci) para comprender, de forma un tanto maniquea, qué implica la descentralización.
CeFi o CeSci son procesos históricos que lejos están de ser innovadores, excepto su conceptualización. Basta rememorar el ejercicio del poder en la historia de Occidente para visualizar la centralización en las acciones humanas.
CeFi
La centralización en las finanzas es el fenómeno más común en la experiencia comercial histórica: un intermediario gestiona los activos y en base a ello distribuye según la conveniencia el capital acorde a pautas e intereses de resguardo y capitalización pactados con anterioridad que los contribuyentes aceptan.
En mayor o en menor medida, esta experiencia se comienza a desarrollar en la antigüedad, cobra auge y se consolidación a partir del desarrollo del capitalismo comercial, la revolución de los precios y la constitución de la banca moderna (Wallerstein, 2011).
A partir del siglo XX, el proceso es más evidente:
- Los bancos, organismos monetarios internacionales, billeteras virtuales y exchange de criptomonedas, entre otros, concentran en su poder los activos financieros de miles de usuarios y usuarias que depositan tanto sus ahorros como sus salarios en estas empresas que disponen de este activo.
- Paralelamente, estas empresas cobran un interés tanto por el resguardo, como por toda la infraestructura que ofrecen y mantienen para salvaguardar los activos de sus clientes: cajeros, online banking, procesamiento de pagos, emisión de tarjetas, desarrollo de aplicaciones, convenios, personal, etc.
Este funcionamiento es el habitual hoy día en la gestión de las finanzas y la mayor parte de la tecnología actual o la web 2.0 ha profundizado este proceso, ya que facilitan el uso de la infraestructura que desarrollan y gestionan las grandes empresas.
CeSci
La práctica centralizada en la ciencia es un proceso habitual y cotidiano. El conocimiento producido por científicas y científicos de todo el mundo es sometido a un proceso de comunicación e identificación que valida tanto la procedencia como las fuentes y medios de su producción.
Desde el siglo XVII, la práctica común de socialización y validación del conocimiento científico se realiza mediante revistas especializadas que se encargan de difundir en la comunidad informes de las investigaciones para su discusión. Entre las primeras podemos destacar a Philosophical Transactions y a la Royal Society como una sociedad de científicos encargada de representar y difundir ideas en la comunidad europea.
La organización de estos espacios continúa la lógica de centralización común en la práctica continental. Al punto tal, de generar verdaderos espacios de concentración y monopolio del conocimiento que a principios del siglo XX empiezan a ser cuestionados por su naturaleza endogámica, principalmente en el acceso a cátedras y los espacios que en torno a ellas se desarrollan: grupos de investigación, revistas, líneas temáticas, etc. Como caso particular, se puede desatacar la reforma universitaria de 1918 realizada en Argentina, un ejemplo de los primeros intentos por reformar estas prácticas en los espacios latinoamericanos.
En lo respecta a la comunicación científica, el actor del capital empieza a jugar un rol preponderante. La conformación de editoriales científicas que concentran y restringen el acceso al conocimiento producido principalmente en las universidades cobra un rol esencial a la hora de acceder al conocimiento.
Una producción al respecto es el audiovisual Paywall: The Business of Scholarship. Al margen del carácter peyorativo que puede adquirir la temática en el video o en defensores del acceso abierto, el presente apartado solo busca caracterizar la práctica. Ante esto, valen los siguientes interrogantes para profundizar la discusión:
- ¿Qué rol juegan los científicos y científicas, académicos y académicas en validar prácticas monopólicas de comunicación y producción científica?
- ¿Quién regula los acuerdos llevados a cabo entre editoriales y universidades? ¿Quiénes participan en la discusión de sus considerandos?
- ¿Qué renta obtienen las editoriales mediante el servicio que ofrecen?
- ¿Qué beneficios y perjuicios implican estos acuerdos en las universidades y sus actores?
DeFi
DeFi es un término que deriva del inglés y significa finanzas descentralizadas. El término engloba al nuevo ecosistema financiero desarrollado a partir de la utilización de blockchain o cadena de bloques.
En un momento de replanteamiento, donde Luna ha caído y las stablecoin parecen más unstablecoin con la paridad rota de UST, vale destacar DeFi como un movimiento naciente que, en sus primeros pasos, tiene mucho para desarrollar. Como historiador, he aprendido que los milenarismos suelen utilizar diferentes discursos para sustentar la esperanza teleológica y progresista de un mundo mejor, y que ya con la web 2.0 las promesas de empoderamiento del usuario fueron suplantadas por la concentración del capital en Silicon Valley y algunos pocos centros más. Considerar esta tecnología como estable y consolidada lejos está de ser una realidad. Sin embargo, como las mejores innovaciones, adquirió gran inversión y respaldo en los primero años de su desarrollo.
Sintetizando, blockchain es la tecnología innovadora que sustenta las DeFi y que, a su vez, surgió en el ámbito de las finanzas con la generación del primer criptoactivo fundamentado en cadena de bloques: el bitcoin. Éste, y luego muchos otros que le siguieron basados también en blockchain, posibilitan en su derredor el desarrollo de una gestión descentralizada, es decir, sin un actor o sector único y hegemónico que decida sobre su circulación y usufructo. Esto es logrado por la característica de la blockchain, que no depende de un servidor centralizado que reside en las instalaciones de una empresa o persona, sino que está sustentado por los ordenadores de los individuos o validadores que participan en la conformación y sustento de la cadena. Mientras más validadores participen en la cadena, mayor seguridad y confianza generará, en este caso, el token desarrollado sobre esta blockchain. Para ejemplificar el caso, tomo como cita este breve explicación que está en el sitio oficial de bitcoin en español:
“Bitcoin usa tecnología peer-to-peer o entre pares para operar sin una autoridad central o bancos; la gestión de las transacciones y la emisión de bitcoins es llevada a cabo de forma colectiva por la red. Bitcoin es de código abierto; su diseño es público, nadie es dueño o controla Bitcoin y todo el mundo puede participar. Por medio de sus muchas propiedades únicas, Bitcoin permite usos interesantes no contemplados por ningún sistema de pagos anterior”.
Posteriormente, la tecnología de la blockchain se fue desarrollando y adquiriendo diferentes y mejores características, aunque hoy día, las de mayor desarrollo son: bitcoin y ethereum. Luego, le siguieron solana, polkadot, algorand, entre otras, pero que, si bien prometen mayor eficiencia que las clásicas, aún no logran el desarrollo y volumen de transacciones necesarias para fundamentar esa eficiencia en la experiencia más que en la teoría.
Con esta primera etapa de experiencia en blockchain, iniciada en las finanzas, se empiezan a consolidar términos como web 3.0, DAO, NFT y finanzas 3.0.
DeSci
Ahora ¿habrá una nueva etapa de la blockchain que vaya más allá de páginas con diseños bonitos y palabras propias del network marketing? Claro, estoy siendo sarcástico, pero vale preguntar ¿se consolidarán las posibilidades de empoderamiento del usuario y descentralización financiera? ¿se desarrollarán nuevos campos de aplicación? ¿se puede hablar ya de una ciencia 3.0 o science 3.0? Seguro que DeSci puede empezar esta discusión.
Desde hace unos pocos años, académicos y profesionales de todo el mundo están intentando aprovechar las herramientas que brinda la blockchain para llevar las ciencias actuales a un nuevo estadio. Entre las posibilidades a desarrollar, Sarah Hamburg (2022) detalla las principales en su artículo titulado A Guide to DeSci, the Latest Web3 Movement. A continuación, detallo y traduzco un breve resumen del acápite con sus principales enlaces y referencias:
- Contratos inteligentes: para modificar la arraigada costumbre editorial y académica de revisar solo por el honor y el prestigio, mientras que los dividendos económicos quedan en las grandes editoriales del norte y habla inglesa, la utilización de los contratos inteligentes innovados por Ethereum puede modificar al sistema, brindar seguridad en el proceso y ahorrar intermediarios. Ants Review ha demostrado cómo los contratos inteligentes podrían mediar directamente entre los autores y los revisores, quienes serían recompensados con tokens por su trabajo.
- Comunidades incentivadas: los tokens/NFT podrían usarse para incentivar a las comunidades científicas a compartir, revisar y seleccionar diferentes tipos de recursos.
- Combatir la censura: se han hecho denuncias de interferencia política en la ciencia contra varias administraciones estadounidenses. Las propiedades permaweb de blockchain, donde los usuarios pueden almacenar datos e información para siempre, accesibles desde cualquier lugar y en cualquier momento, se pueden aprovechar para protegerse contra la censura científica.
- Modelos de financiación basados en blockchain: asociaciones entre científicos, científicas y las DAO están experimentando actualmente con NFT y lanzamientos de tokens para financiar la investigación. Ejemplo de ello puede ser el proyecto IP-NFT.
- Reputación verificable: en la actualidad, la reputación de científicos y científicas (y, como resultado, su capacidad para obtener financiación) está vinculada a las métricas de publicación. Con la tecnología blockchain, científicos y científicas podrían ganar NFT por realizar otras actividades que las comunidades de investigación consideren valiosas, como la revisión por pares, la capacitación y la tutoría.
- Propiedad: Open Science ha sido criticada por el riesgo potencial de caminar dormido hacia una gran plataforma comercial que finalmente monopolice la ciencia. En un ecosistema DeSci, diferentes aspectos de la ciencia, como la revisión por pares y los sistemas de reputación, podrían ser gobernados por comunidades especializadas separadas. Esto mitigaría el riesgo de dominio de una sola plataforma y también ayudaría a preparar la ciencia para futuros desafíos.
Seguidamente, la autora plantea una serie de interrogantes para debatir: ¿Es “DeSci” el nombre correcto? ¿En torno a qué se une el movimiento? ¿A qué intereses servirá DeSci en última instancia? ¿Cómo protegerá DeSci a la ciencia contra los sesgos que surgen de la comercialización de blockchain? Qué tan descentralizado debe ser el movimiento? ¿En qué medida los proyectos DeSci deberían abordar estas preguntas como un movimiento unificado o construirse de manera independiente?
A estos interrogantes, valdría agregarle:
- ¿Cómo pensar el aporte que pueden realizar las humanidades o las ciencias sociales a la ciencia 3.0? Actualmente, los primeros pasos en el campo se dan en las ciencias duras, por lo que interrogantes que permitan pensar la contribución que pueden aportar otros campos es fundamental. La web 2.0 o la ciencia 2.0 fueron eminentemente tecnócratas y las humanidades se han vuelto esenciales para ponderar el factor humano en las dinámicas actuales sin menospreciar el desarrollo ya realizado. Tal vez, el inicio de la web 3.0 sea un buen momento para armonizar los avances y visualizar los enormes beneficios de las aptitudes sociales y humanas en el desarrollo tecnológico.
- ¿Cómo valorar y potenciar el aporte de editores y editoras que sustentan un sistema de publicación incipiente? Este interrogante no tiene nada que ver con lo que se concibe como labor editorial en el hemisferio norte o en los principales centros de investigación del mundo. Todo lo contrario. No hace referencia a los trabajadores de los grandes grupos editoriales (que tal vez podríamos problematizar su situación en otro artículo), sino a los miles de personas que trabajan ad-honorem en las revistas Open Access de universidades, academias e instituciones, principalmente, del Sur Global. Su labor es inmensa ya que, mayoritariamente, no reciben incentivo monetario alguno más que su sueldo por una labor académica que todo lo comprende y logran montar, sustentar y potenciar portales de publicaciones prestigiosos gracias al labor de unas pocas personas pero con mucho desinterés y menosprecio gubernamental e institucional.
- ¿Qué utilidades puede brindar blockchain al desarrollo de identificadores persistentes descentralizados? DOI, ORCID y ejemplos similares funcionando en una red descentralizada, gestionada por usuarios y gobernada por DAO. Se podrían ahorrar costos de tramitación, como en el caso de DOI, y todas las publicaciones podrían acceder a un identificador particularizado.
Ahora bien, paralelamente a estos puntos de debate, se pueden encontrar grupos que intentan realizar una recopilación de la información del campo al momento. Ejemplo de esto, puede ser DeSci Wiki y toda la información contenida dentro. Entre los eventos actuales, cabe destacar el reciente DeSci.Berlin en donde referentes, principalmente en lengua inglesa, debaten sobre las principales dimensiones del campo.
Retomo uno de los comentarios sobre el evento, particularmente el de Max Mundt en donde refiere a la participación en el mismo. Científicos y científicas interesadas en los nuevos avances de la ciencia y no solo personas del campo de blockchain.
I didn't expect this but the vast majority of the audience @DeSciBerlin are scientists and not 'web3 people'.
— Max Mundt (@maxmxndt) May 23, 2022
Actualmente, el campo conocido como Metaciencia busca reflexionar sobre las condiciones y particularidades en los cuales se desarrolla el conocimiento científico. Con seguridad, sus intereses también pueden vincularse con los que venía trabajando la Epistemología, la Filosofía, la Sociología o la Historia de la ciencia. Cabe advertir, o diferenciar, que la utilización del prefijo meta hace referencia más a una revisión de las propias prácticas que a un intento de legitimación universal. Al menos como personalmente lo entiendo, todo intento de legitimación universal de los discursos, en este caso el de la ciencia, nunca ha llevado a buen puerto. Además de soslayar otras formas de sentido, otras formas de conocimiento, ha generado violencia discursiva o física al momento de su implementación. Lejos estoy aquí, de avalar un proceso de legitimación autoritaria de un discurso, sino más bien el de su revisión y contextualización continua.
En definitiva, blockchain es actualmente una tecnología experimental y en desarrollo con muchos desafíos para afrontar. Sin embargo, un proyecto de estas características puede definirse y consolidarse rápidamente si la comunidad que la sustenta tiene objetivos claros y bien definidos; esto es posible en la comunidad académica y científica que, con sus particularidades, puede considerarse bastante homogénea en su composición y aspiraciones.
Referencias
- Hamburg, S. (2022, 9 de febrero). A Guide to DeSci, the Latest Web3 Movement. Future. https://future.a16z.com/what-is-decentralized-science-aka-desci/
- Wallerstein, I. (2011). The Modern World-System II: Mercantilism and the Consolidation of the European World-Economy, 1600–1750 (1st ed.). University of California Press. http://www.jstor.org/stable/10.1525/j.ctt1pnn7m
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